Adaptado de Té y poesía en Eurote de Oliva Medina-
Uno de los poemas más famosos inspirados en el té es el poema en forma de pagoda de Yuan Zhen, que escribió antes de la partida de su amigo Bai Juyi. Los poemas de pagoda son poemas que abren con un solo carácter como exordio y gradualmente se incrementan los caracteres hasta que la última línea (en este caso) está compuesta de catorce ideogramas.
Yuan Zhen de la Dinastía Tang
Té: Poema de Pagoda
TÉ
Fragantes hojas, tiernos retoños
El deseo de los poetas, amor de los monjes
Macerado en jade blanco y cernido en gaza roja
Infundido en caldero del color del oro, en un remolino, espuma de flores
De noche da la bienvenida a la brillante Luna, al alba disipa la bruma rosada
Pasado y presente, los que lo beben se sienten vigorizados y calma la resaca.
Este hermoso poema comienza por describirnos el aroma del Té y los pequeños retoños con los que se producen los mejores Tés, lo que la hacen la bebida favorita de los poetas y los monjes. Después describe la preparación del Té, con detalles de cómo el dorado color parece pistilos de flores. Y aunque se disfrute a la luz de la luna o en el rocío de la madrugada, el Té es una bebida refrescante que limpia y reconforta, tanto en tiempos pasados como en nuestros días. Termina haciendo énfasis a su efecto benéfico para evitar o calmar la tan temida resaca.
La dinastía Tang (618- 907 d.C.) fue gloriosa en la historia de la China imperial. En este tiempo, tomar Té se convirtió en un estilo de vida adoptado por todos, comenzando así la época de oro de nuestra querida infusión.
Aunque la costumbre de tomar Té se originó al sur de China, para mediados de la dinastía Tang ya se consumía en todo el país gracias al rápido desarrollo del producto, particularmente en términos de calidad y precio, además de lo fácil que era obtenerlo en esos momentos, por lo que el Té era apreciado por todos, desde la realeza y los nobles, hasta la gente común. Todo lo que tuviera que ver con esta bebida se relacionaba con buen gusto y sofisticación.
Este contexto fomentó la composición literaria con el tema del Té. Gracias a esto uno de los grandes maestros llamado Lu Yu escribió lo que se considera la primera monografía sobre Té, “El Clásico de Té” (Cha Jing o Cha Chang). No es de extrañarse que también se hayan escrito incontables poemas alabando esta mística bebida como el que posteamos más arriba.
Fragmento de "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery, 2007. Ed. Seix Barral
"El ritual del té, esta repetición precisa de los mismos gestos y de la misma degustación, este acceso a sensaciones sencillas, auténticas y refinadas, esta licencia otorgada a cada uno, sin mucho esfuerzo, para convertirse en un aristócrata del gusto, porque el té es la bebida de los ricos como lo es de los pobres, el ritual del té, pues, tiene la extraordinaria virtud de introducir en el absurdo de nuestras vidas una brecha de armonía serena.
Sí, el universo conspira a la vacuidad, las almas perdidas lloran la belleza, la insignificancia nos rodea. Entonces, tomemos una taza de té.
Se hace el silencio, fuera se oye soplar el viento, crujen las hojas de otoño y levantan el vuelo, el gato duerme, bañado en una cálida luz. Y, en cada sorbo, el tiempo se sublima"